Breve historia de intentos, tragedia y victorias
Transcurridos 22 años desde la ascensión de Sturm, Scholz y Obster empezaron los intentos al Siulá Chico por la vertiente opuesta, la suroeste, donde se encuentra Sarapococha, lago a 4482 m.
Una expedición británica que esperaba escalar en 1988 la cara oeste del Chico se retiró por malas condiciones meteorológicas y problemas de salud. Sin embargo, dos de sus componentes, Brian Barker y Jonathan Preston, abrieron en la cara oeste del Jurau D (5674 m) una vía de 15 tiradas de cuerda por hielo empinado con una sección de grado V escocés.
Los alpinistas ingleses Mick Fowler y Simon Yates fueron con Mike Morrison y Dave Walker decididos a escalar el contrafuerte oeste del Siulá Chico entre mayo y junio de 1988. Este año, por los efectos climatológicos de El Niño, la cara oeste tenía escasa nieve. El hielo de la pendiente inicial que les llevaría al primer vivac casi había desaparecido. Tuvieron que atravesar desde muy a la izquierda, y descolgarse para ascender luego la pendiente que lleva al gran corredor del lado izquierdo de la cara. A mitad de este corredor atravesaron a la derecha y vivaquearon.2
Fowler aún recuerda aquella velada en tan precario dormitorio: «[...] fue un vivac aterrador en una gran grieta entre el hielo y la roca y nos preocupaba que se cayera». Al día siguiente continuaron la travesía hasta el centro de la pared, preocupados por las peligrosas caidas de roca y bloques de hielo. Habían escalado 10 largos de cuerda, de hasta grado VI escocés, cuando decidieron que tales peligros objetivos eran demasiado grandes y justificaban una retirada.
Jordi Corominas y Jordi Tosas intententarían escalar en 2003 la misma cara1 que los británicos, aunque más a la derecha. En Lima, capital del Perú, les robaron un petate de pared. Perdieron, así, parte del material de escalada. Sin embargo, no renunciaron a su objetivo. Escalaron por el centro-izquierda de la cara oeste. Sin la hamacas, sustraidas con dicho petate de arrastre, maldurmieron tres noches dentro de cascadas de hielo. Cuando habían alcanzado unas dos terceras partes de la cara, comprendieron que habían «infravalorado la pared» y procedía dejar esta escalada para otro año.
La expedición eslovena de 2004, compuesta por cinco miembros, entró por el noreste y estableció su campo base en Carhuacocha; como las mencionadas expediciones germanas. El 25 de julio, Ziga Ster, Tine Marenze y Anze Marenze escalaron hasta la mitad de la cara sureste del Jirishanca. Abandonaron esta escalada por los peligros objetivos y dificultades que entrañaba. Los tres partieron cinco días después hacia la vertiente sureste del Siulá Chico. Acamparon en el glaciar. Pasaron el otro día contemplando la posibilidad de escalar la cara sureste directamente a la cima del Chico, pero descartaron ese recorrido porque la pared tenía «demasiada poca nieve». Optaron por una vía directa hasta el collado entre las dos cimas del Siulá.
Los dos hermanos salieron a las 3:00 horas del 1 de agosto, mientras Ster indispuesto permanecía en la tienda. Habían dedicido «llevar sólo una mochila con equipo para un día». Tardaron once horas en escalar 600 m por hielo y nieve, un total de 14 largos de cuerda con grado UIAA 5+/VI, 60°-90°. Cuando alcanzaron el collado consideraron que «la arista [noreste] era demasiado peligrosa y difícil». Sólo pudieron avanzar por ella 50 metros, en dos horas, y dieron la vuelta.
Corominas y Tosas volvieron a la cara oeste en 2005. Esta vez escalarían más a la derecha que en 2003, pero Tosas se lesionó un tobillo al caer en una travesía y tuvieron que abandonar. Corominas subió entonces solo al nevado Sarapo (6127 m) y desde la cumbre pudo «ver la parte superior del Siulá Chico y despejar algunas incógnitas.»
Al cabo de cuarenta años, la única ascensión por la vía más factible (la arista noreste) hasta la codiciada cima daba idea de la dificultad que suponía alcanzarla.
La cima por la cara occidental
Adelantado a la temporada seca, Corominas regresó con Oriol Baró en mayo de 2007 para completar el recorrido de 2005. El 4 de julio de ese año desnivel.com lo notificó:
Hasta seis vivacs en pared, «hamaca, petate y demas aperos de Big Wall» para completar los 900 metros de pared con dificultad de ED superior, V/A1 y 5+ R.M/A2, hasta los 6.265 de la cumbre, pisada por primera vez en el 67 por Manfred Storm, R. Obster y P. Scholz. Aunque Oriol (fue miembro del Equipo de Jóvenes Alpinistas que dirigía el propio Corominas) y Jordi (¿recuerdan la Magic Line al K2?) la han firmado en estilo alpino. Sin chapas. Y presumiblemente por una ruta nueva, aunque está por confirmar.Corominas y Baró habían conseguido la segunda ascensión al Siulá Chico, el 27 de mayo de 2007, por una nueva vía, la primera en la cara oeste, con el estilo limpio que reivindica en estos tiempos el verdadero espíritu alpinista.
También con estilo alpino, Frédéric Degoulet, Benjamin Guigonnet, Helias Millerioux y Robin Revest empezaron a escalar el 16 de mayo de 2014 casi por el mismo lugar3 que Corominas y Tosas en 2003. A partir del último punto de vivac de esta cordada catalana, los cuatro alpinistas franceses continuarían por terreno virgen. Vivaquearon un total de cuatro noches en la pared y llegaron a la cima de 6265 m el día 20 de mayo. Completaron así la vía que nombraron «Looking for the void» ('Buscando el vacío'), de 900 metros y dificultad M7, WI6, R. +info.
Notas
1) Manel de la Mata, que en una ocasión estuvo varios meses por sur América, les habló de la pared.
2) Cerca de donde vivaquearían Corominas y Tosas en 2003 y en el mismo lugar que Degoulet, Guigonnet, Millerioux y Revest en 2014.
3) Sin embargo, el equipo francés (que rapeló desde Abalakovs) no encontró los dos friends y el par de pitones que Tosas y Corominas abandonaron al rapelar.
Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Benjamin Guigonnet, Jordi Corominas, Mick Fowler, Hermann Huber, Horst Wels, Manfred Sturm, Robin Revest
Bibliografía
● Climber and Hill Walker Magazine. December, 1988. Desde entonces esta revista británica sólo se llama Climber.
● KINZL, Hans, SCHNEIDER, Erwin, AWERZGER, Arnold, et al. Cordillera Huayhuash Perú. Ein Bildwerk über ein tropisches Hochgebirge. Innsbruck: Verlag Tiroler Graphik, GES. M. B. H., 1954, pp. XVIII-XX.
● MAILÄNDER, Nicholas. Im Zeichen des Edelweiss: Die Geschichte Münchens als Bergsteigerstadt. Zürich: AS-Verlag, 2006.
● SCHNEIDER, Erwin. Gipfelbesteigungen in der Kordillere von Huayhuash [Siulá und Rasac]. En: KINZL, Hans. Die Kordillere von Huayhuash (Peru). Zeitschrift des Deutschen und Österreichischen Alpenvereins. Stuttgart: Verlag des Deutschen und Österreichischen Alpenvereins, 1937, pp. 1-20.
● The Alpine Journal. UK: Alpine Club, 1967 p. 147; 1999 p. 277.
● The American Alpine Journal. USA: American Alpine Club, 1941 (pp. 162 y 171); 1962 (pp. 257-258); 1964 (p. 209); 1989 (p. 169); 2005 (p. 267); 2008 (pp. 88-91, 228).
● STURM, Manfred. The Road to Siulá Chico. En: The American Alpine Journal. USA: American Alpine Club, 1967, pp. 322-325.
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