viernes, 13 de noviembre de 2015

Alpinismo. Valores. Virtudes. Defectos. Calumnia. Parte I



La calumnia y su semilla

Mi amigo Harvey llamaba «semilla de calumnia» al concepto que Humberto Eco llama «máquina del fango», explicado en una entrevista de Laura Gimeno. El famoso semiólogo, filósofo y novelista italiano no es santo de la devoción de mi amigo. No obstante, le reconoce virtudes, méritos y coincide con algunos de sus conceptos aunque los nombre de forma distinta. Algo similar le ocurre con César Pérez de Tudela, quien quizá merezca reprobaciones por algunos de sus actos, como todo ser humano, aunque nunca calumnias o críticas irreflexivas sin pruebas y/o testigos honestos.

Harvey piensa que algunas personas critican hechos que consideran incorrectos o injustos, mientras otras desvirtúan hechos o los inventan para calumniar. Hay quienes creen las críticas y calumnias sin someterlas a juicio, sin pensar en las intenciones de quien crítica o de quien calumnia. Las suelen creer, entre otras razones, por conveniencia, por intereses, o por falta de espíritu crítico.

Conviene distinguir, pues, que quien critica quizá intente mejorar las cosas y quien calumnia siempre pretende perjudicar la reputación de alguien. En cualquier caso, el trasfondo de la crítica podría ser ingenuo mientras el de la calumnia es siempre pernicioso; o perverso cuando se basa en la conocida idea «calumnia que algo queda». Idea ésta relacionada con el sabio proverbio chino: «la reputación es como un cristal, cuando se rompe no hay manera de recomponerla».

Entre las abundantes autorías que mentaron la calumnia recordemos tres por orden de antigüedad:

«Los que propagan la calumnia y los que escuchan, todos ellos deberían ser colgados: los propagadores, por la lengua, y los oyentes por las orejas.»
—Tito Maccio «Plauto» (Titus Maccius «Plautus» 254 a. C.–184 a. C.), comediógrafo latino.

«Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes.»
—Jacinto Benavente (1866–1954), dramaturgo español.

«La calumnia siempre es sencilla y verosímil.»
—Bertrand Russell (1872–1970), filósofo y matemático británico.