jueves, 12 de junio de 2014

Andes. Perú. Cordillera Blanca. Parque Nacional Huascarán. Reglamento de Uso Turístico. Andinismo, pagos, obligaciones y prohibiciones

Fernando Rubio en la cara noreste, bajo la arista norte, del Huandoy Este. Al fondo la cara oeste del Chacraraju. Parque Nacional Huascarán. Cordillera Blanca.
Foto Sevi Bohórquez 1988.


Contrato obligatorio de agencias y guías para entrar al PNH

La oficina del Parque Nacional Huascarán (PNH) impone esta temporada la obligación de contratar una agencia de turismo y un guía oficial para la práctica del andinismo en el parque. En Huaraz se considera que esta obligación, más lucrativa que ecológica, se debe a la presión de una parte del sector (o rubro) de empresas turísticas, aunque resulte difícil probarlo.

Quien asistiera en años anteriores a las reuniones de empresarios de agencias turísticas y representantes de guías oficiales con las sucesivas jefaturas del PNH, conocerá el principal argumento para esa imposición. Algunos gerentes de esas agencias piensan que la obligación de contratarlas, incluido guías locales autorizados, erradicará la informalidad; es decir, acabará con la competencia desleal de quienes dan el mismo servicio de manera irregular, más barato, sin garantías para el cliente y sin pagar impuestos a la SUNAT o agencia tributaria estatal peruana. Dentro de este grupo corporativo hay quien opina, además, que tal medida fomentaría el turismo de calidad y acabaría con el indeseado «turismo mochilero».

Carecemos de resultados estadísticos serios que revelen porcentajes favorables a semejante arbitrariedad. Sabemos, sin embargo, que otras empresas del sector turístico (hostelería, alimentación, transporte, etc.) están en contra; la consideran una obligación radical y clasista que beneficiará sólo a unos pocos mientras perjudicará al resto del rubro porque disminuirá el turismo.

En fin, existen puntos de vista tan dispares como la variedad de intereses de los asistentes a las reuniones mencionadas. Reuniones donde apenas se percibe sentido de la empatía, cada cual intenta arrimar a su sardina las ascuas que por derecho corresponden a otros.

La oficina del PNH intentó imponer en años anteriores, e impuso en 2013, lo establecido en su Reglamento de Uso Turístico (RUT) gracias a dicha presión empresarial; salvo a los afiliados a las federaciones de montañismo, porque protestaron.1 Esta temporada la obligación se extiende, sin excepción, a todo andinista y turista que visite el parque.

Los profesionales del andinismo contrarios a la polémica prohibición piden la divulgación mediática de tan negativa medida, además del envío a la dirección del PNH (pnhuascaran@gmail.com) de quejas serias y fundamentadas a través de autoridades y entidades encargadas de velar por el bien común. Todo, en aras de evitar que un Patrimonio de la Humanidad acabe convertido en el patrimonio particular de un grupo que antepone su afán lucrativo a la protección medioambiental, a los derechos de otros empresarios e ignora tanto sobre el andinismo y sus valores.

Notas
Véase carta de la Asociación Aire Puro, de Lima, 29 de Mayo del 2004, a Juan Carlos Castro Vargas Jefe del Parque Nacional Huascarán entonces.

domingo, 8 de junio de 2014

Andes. Perú. Cordillera de Huayhuash. Siulá Chico. Historia breve. Parte III

Aproximación de Frédéric Degoulet, Benjamin Guigonnet, Helias Millerioux y Robin Revest por el suroeste al Siulá Chico. Foto cortesía de Benjamin Guigonnet.


Breve historia de intentos, tragedia y victorias

Transcurridos 22 años desde la ascensión de Sturm, Scholz y Obster empezaron los intentos al Siulá Chico por la vertiente opuesta, la suroeste, donde se encuentra Sarapococha, lago a 4482 m.

Una expedición británica que esperaba escalar en 1988 la cara oeste del Chico se retiró por malas condiciones meteorológicas y problemas de salud. Sin embargo, dos de sus componentes, Brian Barker y Jonathan Preston, abrieron en la cara oeste del Jurau D (5674 m) una vía de 15 tiradas de cuerda por hielo empinado con una sección de grado V escocés.

Los alpinistas ingleses Mick Fowler y Simon Yates fueron con Mike Morrison y Dave Walker decididos a escalar el contrafuerte oeste del Siulá Chico entre mayo y junio de 1988. Este año, por los efectos climatológicos de El Niño, la cara oeste tenía escasa nieve. El hielo de la pendiente inicial que les llevaría al primer vivac casi había desaparecido. Tuvieron que atravesar desde muy a la izquierda, y descolgarse para ascender luego la pendiente que lleva al gran corredor del lado izquierdo de la cara. A mitad de este corredor atravesaron a la derecha y vivaquearon.2

Aspecto de la cara oeste del Siulá Chico en mayo de 1998. Foto Mick Fowler.


Fowler aún recuerda aquella velada en tan precario dormitorio: «[...] fue un vivac aterrador en una gran grieta entre el hielo y la roca y nos preocupaba que se cayera». Al día siguiente continuaron la travesía hasta el centro de la pared, preocupados por las peligrosas caidas de roca y bloques de hielo. Habían escalado 10 largos de cuerda, de hasta grado VI escocés, cuando decidieron que tales peligros objetivos eran demasiado grandes y justificaban una retirada.

Jordi Corominas y Jordi Tosas intententarían escalar en 2003 la misma cara1 que los británicos, aunque más a la derecha. En Lima, capital del Perú, les robaron un petate de pared. Perdieron, así, parte del material de escalada. Sin embargo, no renunciaron a su objetivo. Escalaron por el centro-izquierda de la cara oeste. Sin la hamacas, sustraidas con dicho petate de arrastre, maldurmieron tres noches dentro de cascadas de hielo. Cuando habían alcanzado unas dos terceras partes de la cara, comprendieron que habían «infravalorado la pared» y procedía dejar esta escalada para otro año.

Jordi Tosas justo debajo del primer vivac en la cara oeste del Siulá Chico. Foto Jordi Corominas 2003.


La expedición eslovena de 2004, compuesta por cinco miembros, entró por el noreste y estableció su campo base en Carhuacocha; como las mencionadas expediciones germanas. El 25 de julio, Ziga Ster, Tine Marenze y Anze Marenze escalaron hasta la mitad de la cara sureste del Jirishanca. Abandonaron esta escalada por los peligros objetivos y dificultades que entrañaba. Los tres partieron cinco días después hacia la vertiente sureste del Siulá Chico. Acamparon en el glaciar. Pasaron el otro día contemplando la posibilidad de escalar la cara sureste directamente a la cima del Chico, pero descartaron ese recorrido porque la pared tenía «demasiada poca nieve». Optaron por una vía directa hasta el collado entre las dos cimas del Siulá.

Los dos hermanos salieron a las 3:00 horas del 1 de agosto, mientras Ster indispuesto permanecía en la tienda. Habían dedicido «llevar sólo una mochila con equipo para un día». Tardaron once horas en escalar 600 m por hielo y nieve, un total de 14 largos de cuerda con grado UIAA 5+/VI, 60°-90°. Cuando alcanzaron el collado consideraron que «la arista [noreste] era demasiado peligrosa y difícil». Sólo pudieron avanzar por ella 50 metros, en dos horas, y dieron la vuelta.

Corominas y Tosas volvieron a la cara oeste en 2005. Esta vez escalarían más a la derecha que en 2003, pero Tosas se lesionó un tobillo al caer en una travesía y tuvieron que abandonar. Corominas subió entonces solo al nevado Sarapo (6127 m) y desde la cumbre pudo «ver la parte superior del Siulá Chico y despejar algunas incógnitas.»

Al cabo de cuarenta años, la única ascensión por la vía más factible (la arista noreste) hasta la codiciada cima daba idea de la dificultad que suponía alcanzarla.

Intentos y vías en la cara oeste del Siulá Chico.
Foto Jordi Corominas 2005.


La cima por la cara occidental

Adelantado a la temporada seca, Corominas regresó con Oriol Baró en mayo de 2007 para completar el recorrido de 2005. El 4 de julio de ese año desnivel.com lo notificó:
Hasta seis vivacs en pared, «hamaca, petate y demas aperos de Big Wall» para completar los 900 metros de pared con dificultad de ED superior, V/A1 y 5+ R.M/A2, hasta los 6.265 de la cumbre, pisada por primera vez en el 67 por Manfred Storm, R. Obster y P. Scholz. Aunque Oriol (fue miembro del Equipo de Jóvenes Alpinistas que dirigía el propio Corominas) y Jordi (¿recuerdan la Magic Line al K2?) la han firmado en estilo alpino. Sin chapas. Y presumiblemente por una ruta nueva, aunque está por confirmar.
Corominas y Baró habían conseguido la segunda ascensión al Siulá Chico, el 27 de mayo de 2007, por una nueva vía, la primera en la cara oeste, con el estilo limpio que reivindica en estos tiempos el verdadero espíritu alpinista.

También con estilo alpino, Frédéric Degoulet, Benjamin Guigonnet, Helias Millerioux y Robin Revest empezaron a escalar el 16 de mayo de 2014 casi por el mismo lugar3 que Corominas y Tosas en 2003. A partir del último punto de vivac de esta cordada catalana, los cuatro alpinistas franceses continuarían por terreno virgen. Vivaquearon un total de cuatro noches en la pared y llegaron a la cima de 6265 m el día 20 de mayo. Completaron así la vía que nombraron «Looking for the void» ('Buscando el vacío'), de 900 metros y dificultad M7, WI6, R. +info.

En la arista somital del Siulá Chico. Foto cortesía de Benjamin Guigonnet.


Notas
1) Manel de la Mata, que en una ocasión estuvo varios meses por sur América, les habló de la pared.
2) Cerca de donde vivaquearían Corominas y Tosas en 2003 y en el mismo lugar que Degoulet, Guigonnet, Millerioux y Revest en 2014.
3) Sin embargo, el equipo francés (que rapeló desde Abalakovs) no encontró los dos friends y el par de pitones que Tosas y Corominas abandonaron al rapelar.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Benjamin Guigonnet, Jordi Corominas, Mick Fowler, Hermann Huber, Horst Wels, Manfred Sturm, Robin Revest

Bibliografía
Climber and Hill Walker Magazine. December, 1988. Desde entonces esta revista británica sólo se llama Climber.
KINZL, Hans, SCHNEIDER, Erwin, AWERZGER, Arnold, et al. Cordillera Huayhuash Perú. Ein Bildwerk über ein tropisches Hochgebirge. Innsbruck: Verlag Tiroler Graphik, GES. M. B. H., 1954, pp. XVIII-XX.
MAILÄNDER, Nicholas. Im Zeichen des Edelweiss: Die Geschichte Münchens als Bergsteigerstadt. Zürich: AS-Verlag, 2006.
SCHNEIDER, Erwin. Gipfelbesteigungen in der Kordillere von Huayhuash [Siulá und Rasac]. En: KINZL, Hans. Die Kordillere von Huayhuash (Peru). Zeitschrift des Deutschen und Österreichischen Alpenvereins. Stuttgart: Verlag des Deutschen und Österreichischen Alpenvereins, 1937, pp. 1-20.
The Alpine Journal. UK: Alpine Club, 1967 p. 147; 1999 p. 277.
The American Alpine Journal. USA: American Alpine Club, 1941 (pp. 162 y 171); 1962 (pp. 257-258); 1964 (p. 209); 1989 (p. 169); 2005 (p. 267); 2008 (pp. 88-91, 228).
STURM, Manfred. The Road to Siulá Chico. En: The American Alpine Journal. USA: American Alpine Club, 1967, pp. 322-325.

Andes. Perú. Cordillera de Huayhuash. Siulá Chico. Historia breve. Parte II

Breve historia de intentos, tragedia y victorias

La apenas recordada expedición del Club Alpino Alemán (DAV), dirigida por Horst Wels en 1961, también acampó en Carhuacocha.

Tenía como objetivo la cumbre del nevado Siulá Grande por la vía Schneider-Awerzger para continuar hasta la cima del Siulá Chico; todavía virgen.

Los compañeros de Wels eran Manfred Sturm, Jochen Bloss, Eduard Buncsack, Manfred Jordan, Gunther Wolf y Helmut Albrecht. Estos tres últimos alcanzaron la cumbre del Siulá Grande el 15 de junio de 1961, y decidieron seguir la ondulada cresta de nieve hacia la cima del Chico. Wels y Sturm llegaron un día después a la cumbre, desde donde observaron que faltaba una gran cornisa en el filo noreste de la cima inconquistada, y luego comprenderían que sus tres amigos habían caído al vacío.

En 1964 Horst Wels regresó al Siulá, deseaba conseguir las dos cimas, con el Dr. Rudl Fürst, Hubert Schmidbauer, Helmut Salger, Werner Lindauer y Ulla Staudacher. Al año siguiente The American Alpine Journal (AAJ) publicaría en una nota titulada «Intento en el Siulá Chico»:
[...] Con dos vivaques, todos los alemanes subieron más de 3000 pies [914 m] en la cara noreste, pero las condiciones eran tan desfavorables que retrocedieron a 350 pies [106 m] por debajo de la cumbre de Siulá. Un incendio destruyó la mayor parte de sus víveres y se vieron obligados a dejar Huayhuash.

Manfred Sturm en la arista NE del Siulá Grande. Foto archivo M. Sturm.


La primera ascensión

Manfred Sturm también volvió a Huayhuash, en 1966, preparado para conseguir la primera ascensión al Siulá Chico, acompañado por su esposa Christa, Gottfried Lapp, Reinhold Obster, Marek Rudl y Peter Scholz. Esta expedición acampó como las anteriores junto a Carhuacocha. Una semana después instaló el campo I (ca. 5486 m) en el collado Siulá-Yerupajá.

Antes del amanecer del 20 de junio, Sturm, Scholz y Obster partieron hacia la cresta norte azotada por un viento gélido. Vivaquearon antes de la cumbre, donde desayunaron al día siguiente. Descendieron luego hacia el suroeste, hasta el collado (ca. 6000 m) que une los Siulá, para ascender la arista noreste del Chico por pendientes de hasta 60° de inclinación.

Cuando llegaron a una gran brecha, que dejaba al descubierto la roca, fueron conscientes de las proporciones de la cornisa precipitada, al vacío, con sus tres compañeros cinco año atrás. Sturm escribiría en el AAJ de 1967: «¡Qué cerca habían estado de la victoria¡». Lo supo tras aquella estremecedora visión, cuando por fin llegó con sus dos amigos a la cima del Siulá Chico aquel memorable 21 de junio de 1966. Continúa en Parte III

viernes, 6 de junio de 2014

Andes. Perú. Cordillera de Huayhuash. Siulá Chico. Historia breve. Parte I

Nevados Siulá Chico (izquierda) y Grande. Cordillera de Huayhuash. Perú. Fuente Kinzl et. al. Cordillera Huayhuash... 1954.


La cima del Siulá Chico (6265 m) está 700 metros al suroeste de la cumbre (6456 m), del Siulá Grande, cima principal situada unos 2,7 km al sureste del nevado Yerupajá (6634 m) o punto culminante de la Cordillera de Huayhuash.

Las primeras expediciones a los nevados Siulá

El escarpado Siulá Chico no pasó desapercibido para Hans Kinzl, Erwin Schneider y Arnold Awerzger, como denota la foto que ocupa la página 23 del libro Cordillera Huayhuash publicado en 1954.

El trío germano, que accedió al lado oriental, estableció su campo base a orillas de Carhuacocha; lago a 4138 m de altura y unos seis kilómetros al noreste del Nevado Siulá. Prefirieron la cumbre del Grande,1 que Schneider y Awerzger «alcanzaron» por la cresta norte el 28 de julio de 1936.

Ellos eran los «alemanes» desconocidos para Joe Simpson, autor del famoso libro Touching the void donde relató su aventura vivida con Simón Yates en 1985. Si el descenso de esta cordada británica es un conocido episodio dramático a mitad de la historia andinista del Siulá Grande, resulta curioso que el trágico principio de la historia del Siulá Chico parezca olvidado, ignorado, en las síntesis históricas que utilizamos para contextualizar o para rellenar las «crónicas alpinas».

Quizá semejante olvido sea tan injusto como mencionar fracasos previos sin explicar sus causas. Por esta razón conviene recordar de manera breve lo acontecido tras dicha conquista germana en el nevado que nos ocupa. Continúa en Parte II

Notas
1) El Siulá Grande tiene 6344 m en GAMACHE, Martin. Cordillera Huayhuash. 1:50,000 Topographic Map. USA: Peaks & Places Publishing, 2004.

Andes. Perú. Cordillera de Huayhuash. Siulá Chico. Cara oeste. Nueva vía de Degoulet, Guigonnet, Millerioux y Revest

Escalada en la cara oeste del Siulá Chico. Cordillera de Huayhuash. Perú. Foto cortesía de Benjamin Guigonnet.


Nueva vía en el Siulá Chico

Entre el 16 y el 20 de mayo de 2014, en la Cordillera de Huayhuash de los Andes del Perú, Frédéric Degoulet, Benjamin Guigonnet, Helias Millerioux y Robin Revest abrieron con estilo alpino en la cara oeste del Siulá Chico (6265 m) una vía que llamaron «Looking for the void» ('Buscando el vacío'), de 900 metros y dificultad M7, WI6, R.

El pasado 27 de mayo Frédéric Degoulet publicó en su blog:
La cara oeste del Siulá Chico representa el arquetipo del alpinismo y del compromiso técnico. Situado en el corazón de la Cordillera Huayhuash es una montaña remota, con una aproximación que requiere varios días de marcha, protegida por un glaciar caótico.

En 2007, el primer y único ascenso a la cara oeste fue por una cordada de choque española (Jordi Corominas y Oriol Baró) especialista en ascensos técnicos y conocedora de las cordilleras de Perú. Había fracasado dos veces antes de su tercera tentativa el tercer año, escaló siete días usando hamacas. En la parte superior se desvió a la cara sureste, pensando que el muro somital era infranqueable.

Mi compañero de escalada Benjamin Guigonnet, a través de los consejos de nuestro amigo Stéphane Benoist, comenzó a considerar esta experiencia en el Perú. Una vez conseguida la foto de la cara el proyecto se puso en marcha, porque esta cara es empinada y punteada de líneas de hielo. Desde que tuvimos este proyecto en mente nada podría detenernos, era necesario que fuéramos a ver, nos enfrentaríamos a esta montaña. Este proyecto codiciado se intentó por varios grandes del montañismo como Mick Fowler, Simon Yates o Steve House.1 Pero el Siulá Chico no les dió oportunidad y rechazó todos los intentos.
Para más detalles sobre tan notable ascensión véase la crónica original de Degoulet, o cualesquiera de los numerosos medios que la han divulgado en otros idiomas (español, inglés, etc.) más o menos sintetizada o amenizada con color y datos relativos al acontecimiento. Procede, pues, detenerse en este punto del relato del guía alpino francés, para ocuparnos a continuación de los aludidos intentos o abandonos, de sus causas, a través de una historia breve de éxitos y fracasos en el Siulá Chico.

Vía Looking for the void en la cara oeste del Siulá Chico. Foto Jordi Corominas.


Notas
1) En realidad los dos primeros intentos de Jordi Corominas fueron con Jordi Tosas. Por otra parte, Steve House no ha visitado todavía la Cordillera de Huayhuash.

Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Benjamin Guigonnet, Jordi Corominas, Kelly Cordes, Robin Revest, Steve House, Zarela Zamora