lunes, 5 de agosto de 2013

Andes. Perú. Cordillera Blanca. Ishinca. Ranrapalca. Nuevas vías de Pineda y Solé. Parte II

Carlos Solé en la zona rocosa del pilar central de la cara N del nevado Ranrapalca.
Foto Carlos Pineda/climberstours.com


Nueva vía en el nevado Ranrapalca
Por Carlos Esteban Pineda Beyer

Nos tomamos nuestro tiempo para comer y vestirnos (véase Parte I), calculando el mejor momento para empezar la ascensión al nevado Ranrapalca (6162 m), previendo las condiciones del corredor: caída de hielo y roca y posibles aludes en la noche. A las 0:30 horas del sábado 8 de junio dejamos el vivac.

Por la morrena llegamos al glaciar. Atravesamos luego por debajo del enorme cono formado por la nieve, el hielo y la roca que caen del corredor. Para entrar a éste ascendimos por el lado derecho del cono. Escalamos y nos aseguramos con estilo ensamble (simultáneo) para salir lo antes posible de la parte más expuesta, antes de los primeros rayos del sol.

Pasamos el primer punto clave, una pendiente de hielo fino y nieve mezclada con rocas sobre una losa casi vertical. Recibimos pequeñas avalanchas de nieve polvo, y encontramos nuestro primer aseguramiento protegido antes de las 6:00 horas. A partir de aquí escalamos evitando el peligro del canal principal, por donde veríamos caer después grandes cantidades de hielo y roca. Luego subimos por el pilar central, formado por roca suelta y descompuesta.

Poco antes del atardecer llegamos a la parte superior de la canaleta, que se divide en tres canales. Tomamos el izquierdo, formado por una serie de cascadas de hielo verticales que parecen formar una gran escalera. La temperatura bajó muy rápido al llegar la noche. Casi a -20° C a unos 5700 m, luchamos contra el frío frotando las manos sobre las rodillas, tomando pequeños descansos, escalando para mantener nuestro cuerpo caliente y evitando que nos venciera el sueño.

Justo antes del final de la noche nos encontramos con la última cascada de hielo, la superamos y escalamos el último largo pasando a través de una cornisa inestable para llegar por la rampa final a la meseta glaciar.

Línea de la escalada de Carlos Pineda y Carlos Solé en el corredor central de la cara N del nevado Ranrapalca. Foto y trazos Solé-Pineda/climberstours.com


A las 11:30 horas del domingo, 9 de julio, azotados por fuertes vientos, con nieve polvo congelada en nuestras caras y muy poca visibilidad, llegamos a la cumbre. En nuestro descenso por la cara noreste seguimos la vía normal. Nos perdimos varias veces hasta que encontramos un rápel, fijado con fisureros y mosquetones que abandonaron una par de amigos chilenos que el día anterior habían escalado una de las vías de la cara norte, y que nos llevó a la parte inferior del glaciar.

Caminando muy mal, deshidratados y cansados llegamos al vivac Longoni a las 19:30 horas; completando 43 horas de hermosa escalada en esta maravillosa línea (960 m ED M6 5.10+ 70°-90°) que llamamos «Learning of our Weaknesses». No importa lo mucho que sufrimos, nos encanta porque estábamos, como indica el nombre de nuestra vía, "Aprendiendo de nuestras debilidades". Tomamos los próximos tres días de descanso, y bajamos a Huaraz el 13 de junio para prepararnos para continuar escalando.

Fuentes consultadas

Revista Peruana de Andinismo y Glaciología, 1958-1959
American Alpine Journal 1969

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