lunes, 10 de diciembre de 2012

África. Marruecos. Marrakech. Atlas. Taghia. Viaje con Lahcen Bouredda. Parte I

Decidimos pasar en Marruecos del 24 al 30 de noviembre de 2012. Esta vez iríamos al país magrebí para contemplar paisajes, lugares y costumbres con Lahcen Bouredda, el guía que diez meses atrás gestionó nuestro transporte, mulas y arriero-porteador para subir al refugio del Toubkal.

Por la formalidad de su servicio le encargamos de nuevo la logística, tanto de nuestra próxima estancia en Marrakech como del viaje de ida y vuelta a Taguia.


Llegada a Marrakech

Observamos más nieve que de costumbre en la cordillera del Atlas mientras nuestro vuelo de Ryanair aterrizaba en Marrakech, con 20 minutos de adelanto. Retrasamos nuestros relojes una hora, de diferencia con España.

Cordillera del Altas desde Marrachech. Ampliación.
Foto Sevi Bohórquez


Esperamos poco. Nuestro guía, que condujo desde Imlil con abundante tráfico, llegó pronto al aeropuerto. Fuimos entonces a la Riad Alamir, donde estuvimos muy bien atendidos en todo momento.

Tomamos un te a la menta de bienvenida en este acogedor hospedaje mientras Lahcen fue a la mezquita cercana. Devoto fiel a su religión y al rey Mohamed VI Amīr al-Mu'minīn (emir de los creyentes), nuestro amigo bereber debía rezar cinco veces este día.

Patio del la Riad Alamir a medianoche, en Marrakech.
Foto Sevi Bohórquez


Dos horas después cambiamos euros a 10,881 por dirham en una casa de cambios y cenamos en el restaurante Oscar Progrés de la misma calle, Bani Marine, paralela a la bulliciosa Bab Agnaou.

Ambas calles desembocan en la abigarrada plaza Jamaa el Fna, donde paseamos frenados por el gentío entre puestos de artesanía colorida, aromáticas especias, aceites de argán fragantes, vistosas frutas, vaporosos chiringitos de comida, maquilladoras de manos, encantadores de serpientes, aguadores típicos, exóticos músicos y saltimbanquis.

Continúa en Parte II

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